Cuaderno de viaje de nuestros reporteros
Asturianos en Buenos Aires
- septiembre de 2010Ángela López
Siempre había querido conocer Argentina, era un destino de esos que aunque no tienen fecha, sabes que algún día visitarás.
Buenos Aires era para mi el lugar al que un día mis familiares emigraron, la cuna del tango y el acento argentino… Ahora en mi imagen de Buenos Aires también están los 7 asturianos que hicieron que cada día fuera un día especial.
¡El sábado 7 de agosto comenzaba nuestro viaje! El arranque no fue muy bueno, Aerolíneas Argentinas canceló el vuelo y salimos con un día de retraso. El recibimiento tampoco, cuando llegamos a Buenos Aires hacía muchísimo frío y llovía.
Nos subimos a un taxi dirección al hotel estábamos realmente cansados. Las 13 horas de vuelo Madrid- Buenos Aires se notan… Pero no pudimos evitar enzarzarnos con el taxista en una apasionada conversación sobre los dos temas fetiche de ese país: la política y el futbol . Ah! y, por supuesto, la mención obligada al familiar español e incluso asturiano que tienen todos los argentinos…
Lo mejor llegó cuando le dimos 100 pesos (unos 18 euros) para pagar la carrera. Y, con una tranquilidad pasmosa, nos devolvió el billete diciendo: “es trucho” (falso). Era la primera vez que escuchábamos aquella expresión y volvimos totalmente familiarizados con ella… No se hacen idea la cantidad de billetes falsos que se manejan en esta ciudad. Y si es admirable la facilidad con la que los ponen en circulación, no lo es menos la destreza que tienen para detectarlos. A la mañana siguiente habíamos quedado con nuestro primer asturiano: Isidro. Con él desayunamos las famosas media lunas. Sólo probar aquella delicia ya compensó las 13 horas de viaje, el frío y los retrasos… Por la tarde Sonia nos esperaba en la Recoleta: el barrio chic y el lugar donde se encuentra enterrado un pedazo del alma de Buenos Aires.
Aunque en esta enorme ciudad no es fácil moverse no queríamos perdernos nada … Kiko nos preparó una ruta por los lugares emblemáticos de Buenos Aires. Empezamos en el café Tortoni, uno de esos lugares míticos que fueron y son testigos de la vida bonaerense. Sólo pensar que en aquellas mesas estuvieron sentados personajes como Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, Carlos Gardel o Alfonsina Storni,… ¡imponía! Recorrimos la Avenida Corrientes, el Obelisco el barrio de Palermo, la plaza del Dos de Mayo… Y aunque ya estábamos agotados, por la tarde nos fuimos a La Boca con David. ÉL nos enseñó el Buenos Aires de las postales. Paseamos la famosa calle Caminito entramos en la mítica Bombonera y escuchamos tangos en lunfardo. Sólo nos quedaban dos días y aun nos faltaba por recorrer alguno de los iconos del gran buenos aires. Lo hicimos! Manuel nos descubrió la inmensidad del Río de la Plata, nos explicó la historia de la Av. 9 de Julio, nos enseñó la peatonal y comercial calle Florida y el exclusivo Puerto Madero. Con Rafa nos dimos un descanso. Huimos por unas horas del gran Buenos Aires para recorrer el Delta del Tigre a bordo de una lancha.
El fin de fiesta no pudo ser mejor: una auténtica parrilla argentina de la mano de dos experimentados asadores (esa carne estaba increíble!)
Y después de tanto romanticismo quedaba la parte mas dura. Óscar nos enseño la cara menos amable de Buenos Aires. La de los contrastes y las miserias.
Me fui prometiendo volver y aunque tampoco sé cuando, estoy segura de que lo haré. Mientras tanto, hasta la vista Buenos Aires!