Asturianos en México

Cuaderno de viaje de nuestros reporteros

Asturianos en México

- septiembre de 2010Patricia Fuente 

Después de más de diez horas de avión, sobrevolamos por fin México DF. Ansiosos por ver esa fascinante imagen de la que nos han hablado: un auténtico mosaico de calles y tejados. Pero nos sorprende también la gran cantidad de zonas verdes. Sí, México es una de las ciudades más pobladas del planeta. Tiene cerca de 30 millones de habitantes. Tiene rascacielos y chabolas, personas inmensamente ricas y otras extremadamente pobres. Pero también tiene infinidad de bosques, parques y jardines. De hecho, quien tala un árbol, tiene obligación de plantar varios para evitar el problema de la deforestación. Los árboles son sin duda un pulmón de gran ayuda para México DF, donde el índice de contaminacion supera la mayor parte del año las recomendaciones de los organismos internacionales. La temporada de lluvias se extiende entre mayo y octubre, aún así, es habitual ver alrededor de la ciudad una espesa franja de niebla, es lo que allí se conoce como “smog”, una mezcla de niebla y contaminación. Eso sí, entre esos meses, es fácil convertirse en “hombre del tiempo”: todas las tardes llueve.
Si hay una máxima en la que todo el mundo piensa cuando se habla de DF, esa es la seguridad. Nuestros asturianos nos cuentan que a partir de las once de la noche los semáforos se pueden pasar en rojo para evitar ser asaltados y todos tienen seguridad en su edificio las 24 horas del día. La conclusión es sencilla: simplemente hay que saber por dónde moverse, como en cualquier gran ciudad.
Es algo con lo que se han acostumbrado a vivir, al igual que con los “temblorsitos” como dice Teresa Vigón. Marcelino vivió el terremoto de 1985 en México DF y nos cuenta por qué su edificio lo resistió.
En nuestra visita a México DF hemos contado con los mejores anfitriones. Estrella ha sido nuestra guía en la Plaza Garibaldi. Los mariachis y el tequila no tienen ya secretos para esta gijonesa.
El ocio nocturno se entiende en México de forma muy diferente a la que estamos acostumbrados los asturianos. David nos lo demostrará después de haber visitado el Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo y de comprobar el grado de inclinación de los edificios en la ciudad. Si quieren saber por qué se inclinan cada año un poco más, no se pierdan “Asturianos en México DF”.
Para hacernos una idea de las dimensiones de la ciudad, Alberto nos llevará a un lugar privilegiado, además de enseñarnos cómo pasan el domingo los mexicanos. Sólo una pista: hay canales y góndolas, pero no es Venecia. También nos llevará a un lugar donde es fácil entrar y comprar, pero puede que salgamos sin nuestra compra...
Con Félix y Gil degustaremos la auténtica comida mexicana que puede disfrutarse aunque no nos guste el picante y descubriremos además, la ciudad de los Dioses, Teotihuacán.
Y por último, aunque no por ello menos importante, visitaremos en Tlaxcala a Rafael. Un auténtico experto del sector textil. Su historia empezó en Ruenes, Peñamellera, donde era pastor de ovejas y culmina con seis plantas de fabricación de cobertores. Nadie como él conoce tan bien el proceso de producción textil y a sus más de 80 años sigue viajando a Asturias todos los años con su gaita de marfil.

Merece la pena visitar la capital de México. Si queréis hacerlo en verano no os olvidéis un paragüas y un chubasquero: hace calor, pero todas las tardes llueve (y no es orbayu, sino chaparrón).

Fotos de nuestro viaje: