Asturianos en Nueva York (2010)

Cuaderno de viaje de nuestros reporteros

Asturianos en Nueva York (2010)

- diciembre de 2010María Luengo 

El verano había llegado a su fin y el otoño empezaba a hacer de las suyas. Así que la ciudad de las ciudades, el corazón del mundo, Nueva York, nos recibió a finales de septiembre con una lluvia incesante.

Aún así, nunca es mal momento para conocer uno de los lugares más emblemáticos del planeta. Especialmente si tanto para mi compañero Rubén como para mí, aquella era nuestra primera vez en la ciudad de la luz y los rascacielos.

Comenzamos nuestra ruta con el simpático Hugo Fontela, reconocido pintor moscón, que ha hecho de la gran manzana su centro de aprendizaje y creatividad. Gracias a él conocimos a la entrañable Dora, una mujer de Campo de Caso que a pesar de llevar décadas fuera de Asturias no duda en acoger a cada asturiano que se cruza en su camino.

Lucía descubrió para nosotros los enormes medios que gracias a la iniciativa privada existen en el país norteamericano para luchar contra el cáncer. Además, nos mostró un oasis en medio del asfalto: Central Park.

Con Elvira tuvimos la suerte de conocer la ciudad de otra manera: en moto, y con Eliana disfrutamos de los escenarios más filmados y retratados de una urbe que es incansable fuente de inspiración. Marcos, Cándido y Angélica nos hicieron pasar una tarde divertidísima y disfrutar, por primera vez en muchos días, de una buena merienda a base de productos asturianos. No todos los días una tiene la posibilidad de visitar una fábrica de chorizos y morcillas en pleno Queens, tomarse un culín de sidra, y saborear el auténtico sabor español en medio del Soho más sofisticado.

Los Cándidos, padre e hijo, nos mostraron otro Nueva York, el desconocido, el que forma Staten Island, donde el asfalto y los grandes rascacielos dejan paso a las tradicionales casitas unifamiliares de madera. Y con Paquita nos estremecimos en la zona cero, y vivimos el auténtico ambiente universitario de la ciudad.

Así es el menú de esta semana en Asturianos en el Mundo. Gracias a ellos yo misma descubrí una ciudad por la que debo confesar, a priori, no sentía demasiada curiosidad. Pero ahora sé que merece la pena mirar hacia arriba en Times Square o a la vera del Empire State Building, pisar los “praos” de Central Park, o contemplar de cerca la Estatua de la Libertad. Al menos, una vez en la vida.

Y es que Nueva York es una ciudad de película. Así que pónganse cómodos en su sofá y disfruten del estreno de esta semana.