Asturianos en República Dominicana

Cuaderno de viaje de nuestros reporteros

Asturianos en República Dominicana

- agosto de 2010Pilar Nachón 

Color, calor...el eterno verano nos aguarda en la parte oriental de “La Española”. Así la llamó Cristóbal Colón cuando llegó a la isla hace más de 500 años. Hoy comparte con Haití sus dos terceras partes de extensión isleña.

No hay rincón de la ciudad que no esté ambientado bien con el bullicio de la calle y el pitido de los coches o bien con la música y el sonido de las fichas de dominó “estrellándose” contra la mesa de cualquier “colmado”. El ron, el café, el tabaco, la caña de azúcar y sus carnavales son algunas de sus señas particulares, sin olvidar el merengue y la calidez de sus gentes.

Santo Domingo, y La Romana, las dos provincias visitadas en este viaje, ofrecen temperaturas y humedad muy altas en verano...para quienes no estéis acostumbrados es mejor ir con ropa ligera y con los ojos bien abiertos, abiertos para no parar de admiraros con las curiosidades que a cada paso os sorprenderán.

En el país de los contrastes y de las maravillas, absolutamente todo, es posible. A los dominicanos su Virgen de La Altagracia les protege de los huracanes y les da fe para sobreponerse a multitud de dificultades que enfrentan cada día. Quizás por esto no hay mejor excusa que el calor y la animada música para dejar los problemas a un lado, “cogerlo todo suave” y no “hacer mala sangre”.

Si vas a este país no dejes de leer, además de la historia de su independencia (desde la llegada de Cristóbal Colón hasta la heroica gesta de Juan Pablo Duarte y los Padres de la Patria), su historia reciente, la de la tiranía Trujillista o la de su expresidente más controversial y escritor, el desaparecido Doctor Joaquín Balaguer.

Y no te vayas sin sumergirte en las cálidas aguas del Mar Caribe...una vez dentro comprenderás por qué es tan difícil salir...

Bienvenidos a mi tierra, bienvenidos a Santo Domingo!